Cuento de Otoño


El suelo se llena de naturaleza muerta,
la misma que algún tiempo tapizaba el cielo
con orgullo de dominación aérea...

El verdor se transmuta en amarillento...
pasando al rojizo...
 y al tacto suave ahora se torna
un polvoriento quebradizo...

Es el otoño que reina en mi tierra,
la vida pre anuncia un fin cuando la observas...
La vida pasa porque tiene que pasar...
por todas las épocas del año.

Sólo quienes gustan de melancolía,
de ensueño, de fantasía natural y sobre natural
comprende que el otoño llega y se queda para
ser inolvidable e inefable.

Aquellos seres que planean el tiempo, el espacio
y la provisión viven con la sabiduría del ahorro...
del seguro que no se compra en ningún lado
sino que es un seguro de intuición, de actitud
y de desarrollo interior que se proyecta
al mundo y al cosmos...retumbando en tu ser interno.

Una criatura nos sonríe y a la vez no encuentra tiempo
para congelar su gozo...
es una ardilla previsora que aprovechará hasta el último alimento
proporcionado por la naturaleza.
Es deseo de vivir y de aventurarse a lograrlo.

Extiende tus manos... camina... busca y desentiende que piensas...
revuelve tus pasos con la hojarasca... Siente la hegemonía
de los seres inanimados, para convertirte en ser animado.
Busca con tu mirada el viento que sopla en una dirección diversa...
ciertamente tendrá un color amarillento y rojizo...como el otoño,
sal de tu comodidad veraniega para buscar otra comodidad diferente...

Sonríe... pero al igual que el roedor no congeles tu sonrisa
sino que dejes que se la lleve el viento a donde haga falta.
Continúa trabajando por mantenerte en forma interior
que vaya acorde con tus sentidos, tus ideales, tus sueños y el clima otoñal.

¡Bienvenido otoño!

Por: Raúl Bazet para Blogs del Joven Ilustre

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