El precio del esfuerzo

Hoy que todo está valorizado por signos monetarios...
surge otro tipo de cambio, refiriéndome al cambio de una cosa por otra.

No es moneda virtual, ni ninguna invención de la actualidad tecnológica.
No es un cheque de banco.
No es dinero de plástico.
Ni se puede fácilmente cuantificar como estamos acostumbrados o se nos ha acostumbrado por el materialismo en el que estamos inmersos.
No hay banquero que pueda acumular o guardar los bienes de este bien,
de esta forma de obtener o "comprar" cosas...
Las cosas de este mundo unas sí son materiales, aunque otras no se ven... se perciben con la condición de que hay que tener sensibilidad espiritual para captarlas en consciente e inconsciente.
Tampoco es sencillo percibirlas... pero tampoco es imposible, el escéptico de primera instancia te tomará de loco(a), el perplejo de todo lo nuevo pudiera estar interesado, el intelectual podría continuar pensando o sacando un tema más para explotar...

Y es que está forma de cambiar cosas no es sino un trabajo personal... Das y recibes casi inmediatamente convertido en una serie de satisfacciones que no cambiarías por nada.

Ilustro: En una obra de arte se puede notar el trabajo del virtuoso, aquellos que trabajaron muchos años en tocar un instrumento musical, en pintar un cuadro o varios, lo mismo en la danza, en el arte escénico... También en la obra intelectual del estudio: quienes atravesaron por miles de páginas de Ciencias y Humanidades...Por quienes aprendieron todas las posibilidades de comunicación en muchos idiomas, incluso estudiaron aquellas lenguas de grafías diferentes a las de la lengua materna.

Concluye tú lector(a) ¿qué es de lo que estamos hablando? Ya que todo hombre tiene en la vida su obra a realizar.


"Tú, Dios mío, vendes todos los bienes a los hombres al precio del esfuerzo”, escribía en sus notas Leonardo da Vinci.









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