Perder y ganar...


Alguna vez llegó a las páginas de un libro por ahí extraviado este relato que pudiera haber sido verdadero y viene en líneas abajo:

<<Un hombre joven había sido encarcelado por un motivo del cuál no era culpable. A pesar de este hecho su fama no menguó pues tenía dotes de artista y en secreto pretendía a la princesa, quién no creía que el joven artista pudiera ser el culpable... Cuando la joven se enteró de la prisión de su amado se negó a participar en las reuniones de la corte. Esta contrariedad indignó a damas y caballeros de la nobleza y deseaban conocer el motivo de la actitud repulsiva de la joven.
Hasta que un día el rey, de manera astuta quiso investigar los motivos ocultos de su hija para cambiarle su conducta. Y decidió jugar una partida de ajedrez... les dijo a todos que si la perdía estaría dispuesto a cumplir lo que la princesa quisiera con tal de no verla sufrir... Y si ganaba estaría dispuesto a soltar al joven prisionero, ya que todo rey en turno concedía liberar a un reo si éste tenía buena reputación. El rey ignoraba todo acerca de su hija, pero le tenía cierta consideración y respeto por considerarla incluso más astuta que él...
La partida se realizó y el rey perdió la partida de ajedrez. En ese momento estando su hija presente le dijo: "Hija, pídeme lo que deseas para que no sigas atormentándome con tu sufrimiento..." La princesa desconocedora de las condiciones de su padre y viceversa, contestó: "Padre, tu has perdido la partida y con ella pierdes a tu hija también..."
La princesa terminó peor de como se encontraba en un principió pues ahora le apesadumbraba la derrota de su padre en el juego...y marchándose de ahí decidió ir a visitar a su amado. En la cárcel, el joven en su aburrimiento por el encierro había diseñado un arabesco para mostrárselo a la princesa. En eso llega la princesa a visitarlo y con un nudo en la garganta no supo expresar lo que había sucedido...El joven dejó ver su arabesco y se lo mostró a la princesa. Ella lo tomó y llorando decidió retirarse pues los carceleros se acercaban a la celda del preso.
La princesa llegó con su padre quien - extrañamente sorprendido de volver a ver a su hija - le volvió a decir: "Pídeme lo que quieras y ya no sufras más..." La joven le mostró el arabesco y le dijo: "¡Quiero que dejes en libertad al autor de este arabesco!" El rey dio órdenes de que se investigara al autor pero no queriendo retardar más su resolución le preguntó a su hija acerca del autor del diseño. Ella le respondió que era el joven que habían encarcelado recientemente e inculpado de cometer un delito. La angustia ahora se trasladó al rey pues recordó que no había ganado la partida y que sólo si ganaba soltaba al joven... La princesa, al ver que su padre titubeaba le respondió: "Padre tu has perdido y mereces castigo... pero al ofrecerme un premio yo te lo pido apelando a tu palabra de honor, pues aunque perder es perder y ganar es ganar... en este caso no se podrá entender así..." El rey estaba meditando esta respuesta de su hija para responder adecuadamente y solicitó entonces traer al autor del arabesco. Se dio cuenta que era el joven al cual se había encarcelado recientemente y contrariado dijo: "¡Joven, me ha dicho la princesa que tú eres el autor de este arabesco... y yo le prometí a mi hija liberarte! ¡No lo mereces pues estas siendo castigado por tu delito! El joven guardó un tenso silencio y respondió: "Inocente soy de tal delito... más como nunca pensé en mi inmediata liberación me puse a dibujar ese arabesco para su hija...y..." El rey y los miembros de la corte se indignaron al saber que la princesa y el joven reo se tenían en amoríos... "Vaya pues...- dijo el rey en voz baja- miró el tablero de ajedrez ...y en eso reflexionó que se había dejado ganar para cumplir un capricho de su hija... que si hubiera ganado soltaría a ese mismo reo por creer que sería inocente...Pensándolo bien y con una simulada sonrisa de intelectual satisfacción dijo: "¡Joven, estás liberado!" La única que sonrío fue la princesa y el joven extrañado por no conocer cómo fue toda esta resolución tardó en entender que le esperaba una mejor vida... y así - del castigo al premio - el joven se desposó con la princesa. Y a partir de ahí fueron felices para siempre... En tal prisión el rey hizo construir un monumento al joven que se casó con la princesa para regresar su buena fama a ambos >>

Moraleja: "Perder es perder, ganar es ganar... dejarse ganar es ceder..."

Por Raúl Bazet

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