El amor y la salud...

Todo lo que se ha dicho sobre el amor pudiera ser un cuento...
Pero no lo es...
Es más bien una novela que cambia de modos, tiempos y lugares.
Una historia que se escribe con ríos de tinta sobre bosques de papel.
Bosques que sufren las inclemencias del tiempo: lloviznas, tempestades y nevadas.
Aunque también pasa por tiempos de bonanza... Ya los pasarás cuando veas que el amor no se deja petrificar como una fuente de cantera.
Hay que recogerlo como el agua de un manantial saludable...y de ti depende si lo dejas fluir o lo estancas en un lago de aguas verdosas o cristalinas... ¡Vaya que no es cosa de nada cuidar la pulcritud del agua! ¡Deberíamos de saber que el amor no se envasa! Se bebe y se usa... desusa... pero no se desperdicia... a lo mucho se cultiva en algo así como la vid...para que luego gustes de un buen vino...
Luego con placer digas al compartirlo ¡salud! y de ti depende si te hace bien o mal... Recuerda que todo tiene su justa medida...salud... siempre salud... es el saludo de siempre...
Que desde la Roma antigua al verse entre amigos se decía: ¡Salud!